Jesús nos espera en el desierto



El desierto es un lugar de prueba, silencio y encuentro. A lo largo de la historia de la salvación, Dios ha llevado a su pueblo al desierto para purificarlo, fortalecer su fe y hablarle al corazón. Jesús mismo fue conducido por el Espíritu al desierto, donde ayunó, oró y venció la tentación.

Hoy, Él sigue esperándonos en esos momentos de aridez y soledad, no para abandonarnos, sino para transformarnos. En el desierto aprendemos a depender de Dios, a escuchar su voz y a salir fortalecidos en su amor.

Te invito a ver el video "Jesús nos espera en el desierto", donde reflexionamos juntos a descubrir cómo Jesús nos espera en el desierto de nuestra vida y qué frutos podemos obtener si confiamos en Él.


Hermano Juan Pablo Mata, nos comparte:



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