¿Cómo me habla Dios?

 




Dios nos habla constantemente, pero a veces nuestro corazón está demasiado apegado a las cosas de este mundo para escucharlo. En el Evangelio de Lucas 18, 18-23, vemos el encuentro entre Jesús y un hombre rico que le pregunta qué debe hacer para heredar la vida eterna. Él ya cumple los mandamientos, pero Jesús le pide algo más: "Vende todo lo que tienes y repártelo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme." (Lucas 18, 22).

El joven se entristece porque tenía muchas riquezas. Dios le habló claramente, pero su apego a lo material le impidió responder con generosidad.

Hoy, Dios también nos habla en lo más profundo del corazón. Nos invita a confiar en Él, a soltar lo que nos ata y a seguirle con libertad. ¿Estamos dispuestos a escuchar y obedecer Su voz, o nos aferramos a nuestras propias seguridades?


Hermano Juan Pablo Mata, nos comparte:



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