Llenos de cariño y preocupación hacia los demás. Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación, nos dice Pablo en el libro a los Romanos ¿Cómo convives con tu prójimo?