El libro de Josué lleva ese nombre en honor de uno de los dos espías que más tarde llegó a ser el sucesor de Moisés. Josué condujo a los israelitas en el cruce del Jordán, atacó y conquistó a los Cananitas, y dividió la tierra entre sus seguidores. Los capítulos que siguen contienen un discurso de Josué en el cual lleva al pueblo a normas elevadas de conducta personal, amonestándolos a honrar a Dios. 

En su discurso, Josué dirige al pueblo a observar elevadas normas de conducta personal, y los exhorta a honrar a Dios. Se destaca la intervención sobrenatural de Dios en el cruce del Jordán y en la conquista de Jericó y Hai. Dios es siempre fiel, y cumple con sus promesas al conducir a su pueblo y concederle la entrada a la Tierra Prometida.   

El libro de Josué́ se divide en dos secciones. 

La primera, una increíble historia de valentía, fe, milagros y estrategias innovadoras para poder ganar una batalla tras otra. 

Una vez que los enemigos han sido derrotados, el plan de Dios continua, desplegándose a través de la segunda parte. Dios les da una descripción muy detallada de la tierra que Él seleccionó para cada tribu, asegurando un fundamento para la paz y la justicia. 

Abrir Presentacion PDF

El libro fue redactado antes del establecimiento de la monarquía en Israel, pues al tiempo que se escribía, estaban los gabaonitas todavía al servicio del Santuario. Ahora bien, por otra fuente (II Rey. cap. 21) sabemos que Saúl, el primer monarca los persiguió hasta el exterminio. En Jos. 6, 25 leemos que Rahab y su familia vivía aun al tiempo de la composición del libro. Esta observación permite suponer que el libro fue escrito por un contemporáneo de Josué.

El libro fue redactado antes del establecimiento de la monarquía en Israel, pues al tiempo que se escribía, estaban los gabaonitas todavía al servicio del Santuario. Ahora bien, por otra fuente (II Rey. cap. 21) sabemos que Saúl, el primer monarca los persiguió hasta el exterminio. En Jos. 6, 25 leemos que Rahab y su familia vivía aun al tiempo de la composición del libro. Esta observación permite suponer que el libro fue escrito por un contemporáneo de Josué.

Los datos del Libro de Josué son confirmados indirectamente por las tablas cuneiformes del archivo de Tell el-Amarna, las que describen la situación política de entonces de la misma manera que el Libro sagrado. No había gobierno central ni jefe superior, sino que una multitud de reyezuelos vivían entre sí en constante hostilidad y sólo se unían cuando un común y poderoso enemigo los amenazaba.