El Papa Francisco expuso el 25 de septiembre de 2015:

No puedo menos que asociarme al aprecio de mis predecesores, reafirmando la importancia que la Iglesia Católica concede a esta institución y las esperanzas que pone en sus actividades.

Es cierto que aún son muchos los graves problemas no resueltos, pero es evidente que, si hubiera faltado toda esa actividad internacional, la humanidad podría no haber sobrevivido al uso descontrolado de sus propias potencialidades, 

añadió.

El Pontífice pronunció unas breves palabras de agradecimiento y saludó a unos 300 empleados de la Organización que acudieron a escucharlo tras haber ganado un pase al acto en un sorteo interno.

“Les doy las gracias por esta bienvenida y por todo el trabajo que han hecho para prepararla”, 

dijo el Papa.

Si bien la Agenda 2030 enuncia una serie de objetivos que pueden ser compartidos en su mayoría por los católicos, no es menos cierto que también genera polémica y controversia, pues colisiona en aspectos esenciales con la doctrina de la Iglesia Católica.

¿Qué es la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible?

La Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible es un plan de acción no vinculante aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015. Se articula en torno a 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas que quieren cumplirse en un plazo de 15 años.

¿Ha participado la Iglesia Católica en la creación de la Agenda 2030?

Este plan se forjó en diversos debates sostenidos en las Naciones Unidas. En ellos participó la Iglesia Católica a través de su Observador Permanente ante la ONU.

¿Respalda la Iglesia Católica la Agenda 2030 en su totalidad?

Los objetivos de la Agenda 2030 son muy compartidos en referencia a terminar con la pobreza y el hambre, dar educación a todos, consolidar la paz, la justicia y el diálogo o salvar el planeta. Sin embargo hay algunos puntos que no se comparten, por lo que es justo decir que no se está de acuerdo en la totalidad del documento.

De forma destacada la Santa Sede se ha referido a aspectos sobre la concepción del hombre, su naturaleza y dignidad; la comprensión integral de la sexualidad; el derecho a la vida y la protección de la familia; o la importancia de los fundamentos del derecho en la interpretación y la puesta en marcha de la Agenda 2030.

Más allá del respaldo a “la mayoría de los objetivos y metas enumerados”, la Santa Sede ha expresado asimismo sus principales aclaraciones y sus grandes reservas frente a este plan de acción de las Naciones Unidas. 

Interpretación “de buena fe”

Para la Santa Sede, la Agenda 2030 ha de ser interpretada “de buena fe, según el sentido corriente de los términos en su contexto”. 

Además, se deben tener en cuenta “el concepto de bien común” así como “los principios de solidaridad y subsidiariedad que se reflejan explícitamente en la Agenda 2030, en una variedad de formas”.

Esto nos invita como católicos a informarnos y

No satanizar la Agenda 2030.