SEÑOR DIOS, al comenzar esta reunión queremos que estés presente en nuestra vida. Que las tareas que realicemos tengan un sentido solidario y no sean sólo para beneficio nuestro, sino para que podamos servir a los demás con un espíritu nuevo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.


Todos: Amén.


San José nos enseña el verdadero significado del amor sacrificado. A pesar de las dificultades y los desafíos que enfrentó al ser el custodio de la Sagrada Familia, San José amó a María y a Jesús incondicionalmente . 

Su amor se manifestó en su disposición para renunciar a sus propios deseos y comodidades, poniendo las necesidades de su familia en primer lugar. Del mismo modo, en nuestros matrimonios, debemos estar dispuestos a sacrificar nuestros propios intereses y deseos en beneficio de nuestro cónyuge y nuestros hijos.