La Pasión de Jesucristo representa el momento culminante y por excelencia dramático de toda la historia de Jesús de Nazaret. Toda la vida del Nazareno se encamina, con paso a veces lento, a veces acelerado, hacia Getsemaní y el Calvario. Digamos que la Pasión es la culminación de un designio, de una misión. Su contexto natural es la vida entera de Jesús de Nazaret. Consideramos que una reflexión orante y agradecida sobre este misterio insondable de nuestra fe puede deshacer con su intensa luz ciertos vahos y tinieblas de desencanto y pesimismo, que pululan por no pocas conciencias de los hombres de hoy.