SEÑOR DIOS, al comenzar esta reunión queremos que estés presente en nuestra vida. Que las tareas que realicemos tengan un sentido solidario y no sean sólo para beneficio nuestro, sino para que podamos servir a los demás con un espíritu nuevo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

En el mes del perdón seguimos explorando el privilegio de poder perdonar. Abrazar la vida se manifiesta también cuando damos la bienvenida a lo que no es perfecto, a todo lo que no es puro ni destilado, pero no por eso menos digno de amor. Papa Francisco.