SEÑOR DIOS, al comenzar esta reunión queremos que estés presente en nuestra vida. Que las tareas que realicemos tengan un sentido solidario y no sean sólo para beneficio nuestro, sino para que podamos servir a los demás con un espíritu nuevo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

La ayuda de Dios es una fuerza poderosa en el interior. Tenemos a Dios a nuestro favor. Debemos confiar en que Él nos fortalecerá en momentos de angustia, debilidad o enfermedad. Es importante permanecer en Su palabra y con alegría en nuestro corazón porque sabemos que Él nos dará la victoria.