Elegir disfrutar siempre en pareja no es una utopía. Es posible cuando ambos coinciden no solo en el sentimiento sino, sobre todo, en la voluntad de permanecer juntos, inyectando ilusión, emoción, novedad y motivación todos los días.  Se trata de decisión, de una decisión que se adopta en libertad y con empeño, y es así como se aprende a disfrutar.