La Cuaresma es un camino de cambio, conversión y transformación. Este proceso marca al ser humano la oportunidad de encontrarse consigo mismo en el ambiente en que vive para nacer de nuevo, tomar la vida en serio y dejar brotar de forma nueva las semillas de vida plena.
Siguiendo el calendario litúrgico de este Ciclo B se propone la realización de una reflexión y memoria de cada día para avanzar en el camino de interioridad. El objetivo es brindar pistas para la conversión y el seguimiento de Jesús.
Enfoque del itinerario
Dos palabras: “crisis y creces”
El cristiano creyente está invitado continuamente a nacer de nuevo, a dejar brotar la realidad del reino y avanzar en el camino de ser mejor ser humano.
De la crisis...
La crisis, en medio de la situación que vive la humanidad, es una oportunidad para todos nosotros de valorar lo mejor, recoger lo valioso de la propia historia y hacernos libres para avanzar en el camino.
Cuando todo parece cuestionarse, fracturarse, quebrarse y sin salida… emergen los brotes nuevos que avizoran la transformación y el desarrollo de la novedad.
¡Para recoger creces!
Sin que sepa cómo, en el espacio y ambiente experimenta dinámicas propias en la que aparecen realidades que no sospecha y pueden ser frutos de recoger con creces resultados más allá de toda expectativa.
Incluye
- Versículo diario
- Retos cuaresmales
- Audios de reflexión